Segundo premio a Javier Estrella
SUEÑOS QUE SE HACEN REALIDAD
Os voy a contar la historia de un niño como hay tantos, que nada más comía bollería y chucherías.
Todos le llamaban “Pepe Bollo” pero no su mamá, que le repetía:
_ ¡Pepe, no comas tantos bollos!
A su madre le preocupaba la salud de su hijo y decidió llevarlo al médico.
El doctor, después de revisarlo, les dice las consecuencias negativas de seguir comiendo así:
Tendría colesterol, caries en los dientes, terminaría obeso y no crecería.
Al día siguiente, su madre preparó leche con gofio para desayunar. El hijo quedó asombrado, y la madre le contó todos los beneficios que este desayuno le aportaría:
_ Te hará fuerte y robusto.
Cuando se fue a la cama ese día, tuvo una pesadilla:
Soñó que los niños malos de su cole estaban robando a otros niños que estaban indefensos.
Los que robaron, salieron corriendo con su botín; pero él, convertido en “El Hombre Roca” les hizo parar.
Todos quedaron perplejos, pues tenía la cara de… Pepe… ¡¡Roca!!
Se despertó con alegría por haber transformado su pesadilla en un sueño tan bonito, y le pidió a su madre que le preparara algo especial para almorzar. Ella aprovechó en servirle un plato de potaje de espinacas, diciéndole que mejoraría sus músculos.
Cuando fue a la cama para hacer la siesta, lo hizo contento por haber almorzado algo saludable, y confiando en tener esta vez un sueño, en vez de una pesadilla.
Y así fue: La profe estaba moviendo un mueble, pero tuvo que pedir ayuda a sus alumnos porque no podía. Ellos tampoco pudieron, entonces Pepe se transformó en “Popeye”. ¡¡Boom!! ¡¡Boom!! Dos grandes bolas salieron de sus brazos convirtiéndolas en gigantescos músculos, y todos se asombraron porque tan solo con el meñique logró lo que los demás no pudieron, a pesar de haber empujado todos a la vez.
¡¡Era Po…Pepe!!
Al salir del cole, fue corriendo a su casa, en vez de pararse en el quiosco, donde siempre compraba su merienda.
Cuando llegó, encontró un bocadillo de chorizo de Teror. ¡¡Era para él!! Su madre le dijo que si se lo comía rápido, le convertiría en el más veloz del mundo.
Sentado en el sillón y viendo unos dibujos animados mientras merendaba, se quedó medio dormido, pues había tenido un día duro en el cole. En este nuevo sueño vió a la seño y a sus compañeros de clase; la seño iba a explicar cuál era el animal con el cuello más alto y él, lo captó al vuelo; sin tiempo de que la señorita pudiera hacer preguntas ya él estaba dando todas las respuestas posibles, y es que se había convertido en…¡¡DashPep!! (como el hijo veloz de Mr. Increíble).
Se levantó lleno de ilusión y después de hacer sus tareas, ducharse y ponerse el pijama, llegó la hora de cenar. Tenía mucha curiosidad por saber qué le prepararía su madre para cenar; y fue como un rayo a la cocina donde ella estaba. La madre muy contenta, le dijo: ¡¡Fruta!! ¡¡Todo tipo y variedad de frutas!! Con las vitaminas que tienen crecerás, crecerás, y al techo llegarás.
Esas palabras se le quedaron grabadas en su mente. Cuando llegó la noche y se fue a dormir, soñó con la gran final de baloncesto. Su cole competiría contra los supercampeones, que no perdían ni un partido. A la mitad del partido la fruta hizo efecto, y… apareció: “Pepe Jordan” que metió tantos “mates”, que… ¡ya imaginarás el resultado!
Pepe le confiesa a su mamá su secreto: por la noche, cuando está durmiendo ¡tiene sueños maravillosos!
Él le pregunta:
_ ¿Tendrá algo que ver con lo que me estás dando de comer?
La madre le dice que sí, y que, aunque físicamente no se parezca a los héroes con los que sueña, para ella… Pepe tenía ya sus mismos poderes. Pepe había cambiado, ya nadie le llamaba “Pepe Bollo”; y para su madre, era mejor que todos los héroes del mundo juntos. Era su hijo y había sido muy obediente al comerse todo lo que su madre le preparaba por su bien, aunque no fuese de su gusto. Ya nunca más tomó comida basura, había aprendido la lección:
“La comida sana tiene muchos minerales, proteínas, vitaminas A, B, C…
¡Niños, recordad! La comida sana es vital. Pepe la comió y su vida mejoró”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Baobab, aprender jugando